Breaking News: Custody Dispute over Block Children
– Father to Face Trial (En, Sp, Fr)

N-TV reports: „In the custody dispute over the children of the Hamburg-based Block family, there will now be a criminal trial against the father living in Denmark. The Hamburg Regional Court overturned a decision of non-opening by the Local Court in a case of deprivation of minors, as a court spokesman announced. The public prosecutor’s office had lodged an appeal against the decision of the Local Court. The father is accused of withholding two children from the mother abroad. He allegedly did not return the boy and the girl to Hamburg after a weekend visit in Denmark in August 2021.“

The turning point announced here a few weeks ago (LINK) is thus confirmed. What are the consequences?

  • Parental alienation exists (Naturally!) More on this in the coming days. But as far as we are concerned here, several prominent state institutions seem to be of the opinion as well.
  • The behavior that leads to parental alienation is (potentially) punishable. In this case according to § 235 StGB (Deprivation of minors). In the previously announced case, additionally according to § 171 StGB (Violation of duty of care or education).
  • We are facing an unusual situation in the legal system. Criminal law and civil law (family law) represent not only different but diametrically opposed views.

For family law, the (presumed) will of the children was decisive, so it should be respected. The allegations of abuse may have seemed credible. Meanwhile, as the children have settled into their new environment, this relationship should be maintained (principle of continuity). So the younger children of the Block-Hensel family are to stay with their father in Denmark.

For criminal law, the will of the children is irrelevant – similar to, for example, compulsory education, child hygiene or health. Everything concerning custody lies with the legal guardians, from which duties of care arise that must be observed. Therefore, it would have been Mr. Hensel’s responsibility to bring the children back to the family in Hamburg.

At the same time, this would indirectly imply that the allegations of abuse were not credible. A situation arising from a criminal offense should not be allowed to persist – not least because it interrupted a consolidated situation (before the deprivation in 2021).


Comment:

Theoretically, both legal  views could be correct; it would depend on the specific case. But something must be taken into account: The relatively new high consideration of the „will of the child“ in family matters is an absolute exception in the entire legal system (see e.g. voting rights, criminal law, labor law, contract law, etc.).

It is not that the children are there not in focus – they are of course legal subjects. On the contrary. But at this stage of their lives, it is about their protection due to their vulnerability, not their guardianship. Or perhaps also about their growing but still lacking capacity for insight.

It must be considered: Equating the child’s words with their will and then with their well-being, and deriving from that a decision-making basis for their future, could lead to the noble desire to respect the child being turned into its opposite – its instrumentalization. Exactly the contrary of what is aimed for with the best intentions.

It is enough to seriously consider that there is a risk of abuse, and the more real it becomes, the less critical the above-mentioned equalization (words – will – well-being) is carried out.

Criminal law warns against this equalization being carried out uncritically. It also warns against the necessity of course corrections in line with the entire legal system – for the sake of our children.

Numerous studies report on the serious consequences of our misjudgments in this regard. Some will follow. But to this: Can criminal law fix it? Or family law? What are their limits, their goals?

Think about the Block-Hensel family right now, about the children. Deeper, darker, emotional rubble and ashes. Terrible. Regardless of the decision. Perhaps the parents have completely lost control of the situation. Perhaps they can no longer protect their children, even if they want to.

For the visibility of the EKE phenomenon, it is „wonderful“ what is happening here. But for the Block-Hensel people? For the children?

What could they, what could we, what could the system have done differently to prevent this? And importantly: What can still be done to ensure that their situation does not deteriorate year after year, but improves?

I look forward to your suggestions or comments on this.

Breaking News: Disputa por la custodia de los niños de la familia Block: el padre será procesado

N-TV informa: „En la disputa por la custodia de los hijos de la familia Block de Hamburgo habrá juicio penal contra el padre que vive en Dinamarca. El Tribunal Regional de Hamburgo revocó una decisión de no apertura del Tribunal de Primera Instancia en un caso de privación de menores, según anunció un portavoz del tribunal. La fiscalía presentó una queja contra la decisión del Tribunal de Primera Instancia. Se acusa al padre de retener a dos niños de la madre en el extranjero. Supuestamente no devolvió al niño y a la niña a Hamburgo después de un fin de semana de visita en Dinamarca en agosto de 2021.“

El punto de inflexión anunciado aquí hace unas semanas (LINK) se ve así confirmado. ¿Cuáles son las consecuencias?

–            La alienación parental existe (por supuesto). Más sobre esto en los próximos días. Pero en lo que aquí respecta esta es también la opinión de varias instituciones estatales alemanas relevantes.

–            El comportamiento que conduce a la alienación parental es (potencialmente) punible. En este caso, según el § 235 del Código Penal (secuestro de menores). En el caso anunciado anteriormente, adicionalmente según el § 171 del Código Penal (Violación del deber de cuidado o educación).

–            Nos enfrentamos a una situación inusual en el sistema legal. El derecho penal y el derecho civil (derecho de familia) defienden no sólo puntos de vista diferentes, sino diametralmente opuestos.

Para el derecho de familia, la (presunta) voluntad de los niños fue determinante, por lo que debe ser respetada. Las acusaciones de abuso podrían haber parecido creíbles. Mientras tanto, dado que los niños se han adaptado a su nuevo entorno, esta relación debería mantenerse (principio de continuidad). Así que los hijos menores de la familia Block-Hensel deben quedarse con su padre en Dinamarca.

Para el derecho penal la voluntad de los niños es irrelevante, similar, por ejemplo, a la escolaridad obligatoria, la higiene o salud infantil. Todo lo relacionado con la custodia recae en quienes ostentan la patria potestad, de la cual surgen deberes de cuidado que deben ser observados. Por lo tanto, habría sido responsabilidad del Sr. Hensel devolver a los niños a la familia en Hamburgo.

Esto implicaría indirectamente al mismo tiempo que las acusaciones de abuso no fueron creíbles. Además: no se puede permitir que una situación derivada de un delito se afiance – mucho menos cuando tal delito interrumpió una situación previamente consolidada (antes de la privación en 2021).


Comentario:

Ambos puntos de vista jurídicos podrían ser correctos al mismo tiempo; depende del caso concreto. Pero algo debe tenerse en cuenta: La alto consideración relativamente nueva de la „voluntad del niño“ en asuntos familiares es una excepción absoluta en todo el sistema legal (véase, por ejemplo, el derecho de voto, o los derechos penal, laboral, contractual, etc.).

No es que para este sistema los niños no estén en el foco – son, por supuesto, sujetos de Derecho. Justo lo contrario. Se trata de que en esta etapa de sus vidas precisan de protección por su vulnerabilidad, de ahí la patria potestad. Y además tienen una capacidad creciente pero aún insuficiente para la prever las consecuencias de sus actos.

Debe considerarse: Equiparar las palabras del niño con su voluntad y luego con su bienestar, y derivar de ello una base de toma de decisiones para su futuro podría llevar al noble deseo de respetar al niño a convertirse en lo opuesto, su instrumentalización. Exactamente lo contrario de lo que se buscaba con las mejores intenciones.

Basta con considerar seriamente que existe tal riesgo de abuso, y cuanto más real se vuelva dicho riesgo, más deberá contemplarse de manera crítica la igualdad mencionada anteriormente (palabras – voluntad – bienestar del menor).

El derecho penal arriba expuesto advierte contra el hecho de que esta igualdad se realice de manera acrítica. También advierte sobre la necesidad de unas correcciones de rumbo en derecho de familia en línea con todo el sistema legal -en aras de nuestros niños y niñas, precisamente.

Numerosos estudios informan sobre las graves consecuencias de nuestros errores de juicio al respecto. Otros estudios los seguirán. Mientras tanto vale la pena preguntarse: ¿Puede el derecho penal solucionar tales situaciones familiares como las expuestas? ¿siquiera el derecho de familia? ¿Cuáles son sus límites, sus objetivos?

Piensen en la familia Block-Hensel en este momento, en los hijos de la misma. Viviendo escombros y cenizas emocionales de la mayor profundidad y oscuridad posibles. Terrible. Independientemente de la decisión que tomen los tribuna.es. Tal vez los padres hayan perdido por completo el control de la situación. Tal vez ya no puedan proteger a sus hijos, incluso si así lo deseasen.

Para la visibilidad del fenómeno EKE, es „positivo“ lo que estamos viendo. ¿Pero para la familia Block-Hensel? ¿Para sus hijos?

¿Qué podrían ellos, qué podríamos nosotros, qué podría haber hecho el sistema de manera diferente para evitar tal situación? Y lo que es más importante: ¿Qué más se puede hacer para asegurar que su la misma no sólo no empeore año tras año, sino que mejore?

Espero sus sugerencias o comentarios al respecto.

Flash info : Litige sur la garde des enfants Block – Le père sera jugé

N-TV rapporte : „Dans le litige sur la garde des enfants de la famille Block de Hambourg, il y aura maintenant un procès pénal contre le père vivant au Danemark. Le tribunal régional de Hambourg a annulé une décision de non-ouverture du tribunal de première instance dans une affaire de privation de mineurs, comme l’a annoncé un porte-parole du tribunal. Le parquet a interjeté appel de la décision du tribunal de première instance. Le père est accusé d’avoir retenu deux enfants de la mère à l’étranger. Il aurait supposément ne pas ramené le garçon et la fille à Hambourg après un week-end de visite au Danemark en août 2021.“

Le tournant annoncé ici il y a quelques semaines (LIEN) est ainsi confirmé. Quelles en sont les conséquences ?

–            L’aliénation parentale existe – naturellement ! Plus de détails à ce sujet dans les jours à venir. Mais en ce qui nous concerne ici, plusieurs institutions étatiques allemandes importantes partagent cet avis.

–            Le comportement conduisant à l’aliénation parentale est (potentiellement) répréhensible. Dans ce cas, selon le § 235 du Code pénal (privation de mineurs). Dans le cas précédemment annoncé, également selon le § 171 du Code pénal (violation du devoir de soins ou d’éducation).

–            Nous sommes confrontés à une situation inhabituelle dans le système juridique. Le droit pénal et le droit civil (droit de la famille) ne représentent pas seulement des points de vue différents, mais diamétralement opposés.

Pour le droit de la famille, la (prétendue) volonté des enfants était déterminante, elle doit être respectée. Les accusations de maltraitance auraient pu sembler crédibles. Entre-temps, étant donné que les enfants se sont adaptés à leur nouvel environnement, cette relation devrait être maintenue (principe de continuité). Ainsi, les enfants plus jeunes de la famille Block-Hensel devraient rester avec leur père au Danemark.

Pour le droit pénal, la volonté des enfants est sans importance, semblable, par exemple, à l’obligation scolaire, à l’hygiène ou à la santé de l’enfant. Tout ce qui concerne la garde incombe aux tuteurs légaux, à partir desquels découlent des devoirs de soins qui doivent être observés. Par conséquent, il aurait été de la responsabilité de M. Hensel de ramener les enfants à la famille à Hambourg.

Dans le même temps, cela impliquerait indirectement que les accusations de maltraitance n’étaient pas crédibles. Une situation découlant d’une infraction pénale ne devrait pas être autorisée à persister, ne serait-ce que parce qu’elle a interrompu une situation consolidée (avant la privation en 2021).


Commentaire :

Théoriquement, les deux points de vue pourraient être corrects au même temps ; cela dépend du cas spécifique. Mais quelque chose doit être pris en compte : La haute considération relativement nouvelle de la „volonté de l’enfant“ dans les affaires familiales est une exception absolue dans l’ensemble du système juridique (voir par exemple le droit de vote, le droit pénal, le droit du travail, le droit des contrats, etc.).

Ce n’est pas que les enfants dans domaines juridiques ne sont pas au centre de l’attention – ils sont bien sûr des sujets juridiques. Au contraire. Mais à ce stade de leur vie, il s’agit de leur protection en raison de leur vulnérabilité. Ou peut-être aussi de leur capacité croissante mais encore insuffisante à la réflexion sur les conséquences de ses faits.

Il doit être pris en compte : Assimiler les mots de l’enfant à sa volonté, puis à son bien-être, et en déduire une base de prise de décision pour son avenir, pourrait conduire au noble désir de respecter l’enfant étant transformé en son contraire – son instrumentalisation. Exactement l’opposé de ce qui est recherché avec les meilleures intentions.

Il suffit de sérieusement considérer qu’il existe un risque d’abus, et plus il devient réel, moins critique est l’égalisation susmentionnée (mots – volonté – bien-être de l’enfant).

Le droit pénal met en garde contre cette égalisation étant réalisée de manière non critique. Il met également en garde contre la nécessité de corrections de cap conformes à l’ensemble du système juridique, dans l’intérêt de nos enfants.

De nombreuses études font état des graves conséquences de nos erreurs de jugement à cet égard. Certaines suivront. Mais pour cela : Le droit pénal peut-il réparer ses situations ? Ou le droit de la famille ? Quelles sont leurs limites, leurs objectifs ?

Pensez à la famille Block-Hensel en ce moment, aux enfants. Des décombres émotionnels plus profonds, plus sombres. Terrible. Indépendamment de la décision que les tribunaux peuvent prendre. Peut-être que les parents ont complètement perdu le contrôle de la situation. Peut-être qu’ils ne peuvent plus protéger leurs enfants, même s’ils le veulent.

Pour la visibilité du phénomène EKE, c’est „positive“ ce qui se passe ici. Mais pour les gens Block-Hensel ? Pour les enfants ?

Que pourraient-ils, que pourrions-nous, que pourrait faire le système différemment pour éviter cela ? Et surtout : Que peut-on encore faire pour garantir que leur situation ne se détériore pas année après année, mais s’améliore ?

J’attends avec impatience vos suggestions ou commentaires à ce sujet.